Le miraba...
Una nube cubría la tosquedad de su piel,
los ojos esquivos,
la sonrisa temblorosa, infantil.
Pasajeros de la irrealidad,
como en un sueño.
martes, 10 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"La noble búsqueda, la única Verdad".
claro así es el espejismo creado.
ResponderEliminarvoy a seguir tu blog.
abrazo,
Qué hacer cuando uno no ve lo que debería ver...
ResponderEliminarEs difícil escapar del autoengaño.
Gracias por tu comentario y buena onda!!